viernes, 24 de febrero de 2012

¿ADIÓS AL DEPORTIVO FERROCARRILERO?

En los años cincuenta, en la Avenida Ceylán de la colonia Industrial Vallejo, se erigió el magnífico Centro Deportivo Ferrocarrilero: tenía unos espléndidos campos de beísbol empastados, con sus tribunas de concreto; tres canchas reglamentarias de futbol, también empastadas y bordeadas de alcanfores; un parque infantil de béisbol y otro juvenil de futbol; canchas de tenis con superficie de arcilla, frontón, cancha de basquetbol de duela, cubierta y con tribunas; el conjunto, muy al estilo del arquitecto contemporáneo Richard Neutra, contaba con mesas de boliche, baños de vapor, piscina con trampolín y plataforma, rodeada de pasto para tomar el sol; había tenis de mesa, fuente de sodas, una amplia área de ajedrez, con vista panorámica y un estacionamiento adecuado para la época. Sus instalaciones, visibles a través de las rejas, volvían más agradable la avenida. Su mayor joya era el mural de Eppens Helguera.
Con el desmantelamiento de Ferronales, el deportivo entró en decadencia, se le mutiló para crear un negocio de multifamiliares. Ahora se anuncia que el todavía hermoso parque se convertirá en un nuevo centro comercial. Y se preguntan por qué padecemos obesidad. Destruir un deportivo es un acto de barbarie.

jueves, 23 de febrero de 2012

LOS YUPIS ODIAN A LOS JARDINES

En la colonia Álamos, de la ciudad de México, cada vez quedan menos casas unifamiliares. Eran hermosas y amables esas pequeñas construcciones, muchas de un solo piso, algunas de dos. Todas contaban con un jardincito, un porche, una cochera, a veces una chimenea  y un patio. Dejaban ver sus fachadas gentiles, sus árboles y flores a través de las rejas a los transeúntes. Databan las casitas de las primeras décadas del siglo. Detrás de ellas se veían el cielo y las estrellas. Desde hace unos lustros, no transcurre un año sin que derriben algunas de las casas que sobreviven. Sobre sus terrenos se levantan sendos multifamiliares que se roban el horizonte y el sol. Sus fachadas son accesos acorazados para los estacionamientos. La calle se torna hostil, gélida y desoladora. Nadie informa qué fue de los árboles ni de sus alados habitantes. A nadie le importa. Las autoridades permiten que se repita el proceso, una y otra vez, aunque la demanda de agua, drenajes, luz y gas se multiplique. Tal es la historia de otros viejos barrios. Nadie se pregunta si la especulación voraz destruye los tejidos sociales y la unidad estética del barrio. Cierto famoso arquitecto, enriquecido con este negocio, en una conferencia se justificó: "Esas casas no tienen valor artístico". No aclaró quién decide cuál casa tiene valor estético. De los árboles ni se acordó. ¿Tendrá unos en su mansión?

miércoles, 22 de febrero de 2012

VIVIENDAS SIN HOGAR

Según la nota que se publicó en un diario capitalino el martes 21 de febrero, el diez por ciento de las viviendas en el D. F. carece de cocina. Las nuevas, diminutas, caras, lejanas construcciones habitacionales ya no cuentan con una cocina, con el recinto que le dio origen al concepto de hogar. Los "planificadores urbanos", al servicio de los especuladores insaciables, consideran que ya no se necesita una cocina en ninguna vivienda, después de todo, piensan, ésta se ubica tan lejos de los centros laborales y escolares, que los habitantes ya nunca desayunan, comen ni cenan en sus viviendas. Ya sólo llegan a dormir, tras ver un rato la televisión. Para eso está la comida rápida, para eso están las sopas instantáneas y los comestibles callejeros. Los adultos salen en la madrugada a trabajar y regresan, extenuados, tras horas y horas de trayecto, a bordo de un transporte público lamentable, o atrapados en el caos vial dentro de sus coches particulares. Los menores regresan más temprano, tal vez a consumir su sopa instantánea de microondas. El neoliberalismo construye diariamente sus antiutopías, más truculentas que las imaginadas por George Orwell.
Luego, los políticos piden aplausos porque han dotado al pueblo de estas viviendas sin hogar.

viernes, 10 de febrero de 2012

El arte, desterrado de la educación primaria

Tradicionalmente, los viejos libros de lectura para la educación primaria (como Iris, Rosas de la infancia, Marte, El alma de la patria) amén de sus antologías de autores muy sólidos (Tagore, Wilde, Micrós) contaban con magníficas ilustraciones. A. Gedovius trabajó en muchos de aquellos volúmenes entre la posrevolución y los años 30; de esta manera, los escolares no solamente se acercaban a la buena lectura, sino que también establecían contacto con las artes visuales. Cuando surgieron, muchos años después los libros de texto gratuitos oficiales, esa tradición se mantuvo: Eppens Helguera, Siqueiros, Alfredo Zalce, Roberto Montenegro, Jorge González Camarena, Leonora Carrington, Olga Costa, fueron algunos de los talentos que les permitieron a los niños --que generalmente tenían pocas oportunidades de conocer la pintura-- descubrir la experiencia estética. Hoy, los paupérrimos libros de texto ya no ofrecen poesía, narrativa ni artes plásticas. Sólo instructivos para que el alumnado "construya por sí mismo el conocimiento" y unas malas caricaturas, feas, aburridas. ¿Acaso tales libros aplican el darwinismo social? ¿Acaso sus autores están convencidos de que el arte no es para los niños, sobre todo si son pobres?

jueves, 9 de febrero de 2012

Feminismo fingido

Estoy convencido de que los procesos electorales más recientes en México se han resuelto invariablemente a través de acuerdos cupulares: así se impuso al señor Salinas en 1988, así preparó Zedillo un candidato priísta débil y se apresuró a "reconocer" el triunfo de Fox; así, en 2006 se asignaron las tareas para imponer al candidato panista: el SNTE aportó sus huestes para controlar las casillas, los expertos cibernéticos se encargaron de la manipulación de los resultados, los encuestadores inflaron la intención de voto panista, el IFE convalidó el proceso.Todos cobraron sus dividendos. Josefina Vázquez Mota tiene calculado beneficiarse de éstos y otros mecanismos. Ya empezó a esgrimir su feminismo fingido, erigiéndose en la inventora del feminismo en México, en la primera candidata a la presidencia de nuestra historia. Establece un falso paralelismo con las mandatarias de Brasil y Argentina, que vienen de la lucha social, no de una carrera burocrática. Los opinadores profesionales, bien pagados, ya están explotando este falso feminismo de ocasión. Los intereses que representa la candidata Vázquez Mota son contrarios a la mayoría de las mujeres y  los varones. Ella representa los intereses de una minoría, de los oligarcas. Lo demás es retórica.