Para continuar con el asunto de la televisión y los libros, la mejor tradición televisiva europea ha estimulado a sus públicos para que se acerquen a las obras originales en que se basan sus producciones: Dickens, Óscar Wilde, Walter Scott, Conan Doyle, en el caso de la BBC de Londres; Emilio Salgari, Edmondo de Amicis, en la televisión Italiana; Cervantes y García Lorca en la española.
En la adaptación de Arnaud Selignac para la novela Aurélien de Louis Aragon (Francia, 2003), el pequeño departamento del protagonista, Aurélien Leurtillois (Olivier Sitruk) contaba con unos libreros bien surtidos y con obras de arte; por su parte, los acaudalados Barbentane poseían una gran biblioteca, y cuando a un joven poeta lo presentaban con la protagonista, Berenice Morel (Romane Bohringer) aquél le preguntaba con toda naturalidad: "¿Qué lee usted, madame Morel?"; ésta respondía sin afectación: "A Rimbaud".
No es fácil conseguir en México un ejemplar de Aurélien: sólo en la Casa de Francia lo tienen. La versión televisiva sólo pudo verse en TVUNAM, por los sistemas de paga. En los canales gratuitos, las telenovelas nunca muestran ningún libro en la pantalla. Según ellas, México es un país donde no existen los lectores.
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